Yegua Ec-Erótica: Eso le pasó por golosa:

EL POTRILLITO Y LA POTRANQUITA

Mi casa, desde que llego mi potranquita a sufrido un cambio enorme. El potrillito mayor desde el día que ella llego a este mundo ha ideado mil y una forma de echarse a su hermanita. Va desde como cachetearla sin que nos demos cuenta hasta tratar de ahogarla dándole besos.
Mi día parte haciéndome un buen aseo, ninguna yegua de pura sangre como somos nosotras, puede pasar por algo el buen aseo. Obviamente con el potrillito metido en el baño, ya que la vez que me fui a dar mi baño diario, él boto a mi potranquita de la cama, diciendo que la boto porque ella lo había retado… la potranquita en cuestión tenía apenas 2 semanas. Muy hembra será, tendrá en en sus genes yeguisticos, el don de la palabra, pero a las dos semanas es bien difícil que domine el lenguaje. Yo con toda sicología le explique que él era el hermano grande y que a la chiquitita tenía que hacerle cariño.
Después viene la hora de la papa de la potranquita y él insiste en subir a la cama, para hacerle un “naos” a la hermanita… yo confiada en el creciente amor hacia ella, lo subo, y sin darme cuenta al segundo “naos” zaz! El cachetazo en la carita de mi potranquita. Otra vez con sicología le explico que eso le duele a la hermana.
Luego me vienen las ganas de mear, y tengo que ingeniármelas de ir con la chiquitita, porque él no me quiere acompañar. Asi que me meto al baño con coche y todo, para poder mear tranquila y cuando estoy sentandome en el trono, él empieza a golpear y llorar que quiere entrar… y yo me tengo interrumpir el meao, para ir a dejar a la potranquita a la cuna y entrar con zafarrancho al baño. Comienzo a mear y él ya quiere salir de ahí… Me hago la sorda y empieza a agarrar todas mis cremas y aceites afrodisiacos que alguna vez utilice.
Llega la hora de ir a comprar para echarle algo al buche, le hago una disertación al potrillo de que él irá caminado y la hermana irá en el coche, que no lo podré tomar en brazos y bla, bla y bla. Le pregunto si entendió y como buen machito me dice que “sí” y partimos los 3 a comprar. No llevamos ni media cuadra y como buen macho que olvida lo que promete, quiere brazos… ¿cómo chucha lo llevo en brazos a él y empujo la guea de coche? Sicologia nuevamente, le trato de explicar que la mamá tiene dos manos y que aunque soy la super yegua-mamá no hay forma de que pueda hacer las dos gueas al mismo tiempo. Él trata de entender y sigue caminando de mala, pero camina. Llegamos al negocio, y pide dulces, papas fritas y cuanta guea hay a la vista de los cabros chicos. Le compro alguna tontera y nos vamos. No hemos avanzado ni tres pasos cuando se le cae la gueaita que le compré y se raja llorando en plena calle y no sé como logro que se paré y volvemos al negocio a buscar otro dulce pa’l mocoso. Falta una cuadra para llegar al hogar y él no quiere caminar, ahora quiere que saque a la potranquita del coche y que lo siente a él. Otra vez uso la sicologia-soborno para hacer que camine, ofreciéndole burbujas de lavalozas cuando lleguemos al hogar.
Llegamos al hogar, él quiere las burbujas, la potranquita quiere papa y se pone terrible de morá gritando y exigiendo el alimento y el otro las burbujas… ¿Qué guea se hace con dos pendejos llorando y gritando? Me saco la pechuga y me enchufo a la potranca y con ella así parto caminando a la cocina para hacerle las buburjasconchedesumadre al potrillo. Nos vamos al patio para tirarle las burbujas, la potranquita quiere cambio de teta, la cambio de teta, mientras el mostruoso potrillo grita que quiere más burbujasconchedesumadre, y cagó porque con la otra mano no tengo la misma agilidad. No sé como pero se me ilumina la sesera y me pongo a cantarle alguna guea y así se olvida por un instante de las burbujasconchedesumadre. Le botos los chanchitos a la potranquita y en ese instante, el potrillo va y jura que el vaso con el lavalozas para hacer burbujas es jugo y se lo zampa de una. Suelto a la potranca, le lavo el hocico el potrillo y le meto como 3 litros de leche para que el perla no se intoxique.
Llega la hora de almuerzo del potrillo salvaje, entre cantos y otras tonteras que realmente me averguenza contarles por pura dignidad no más, logro que se coma la comida. Añoro su hora de la bendita siesta, pero el muy salvaje, tiene pilas para rato y no esta ni ahí con dormir y la potranquita exige su alimento en ese instante. Mientras el hermano mayor quiere que juguemos a los mostros. Me las ingenio para cambiar el juego y jugar a la escondida, él parte a esconderse y yo mientras le enchufo otra vez la pechuga a la potranquita. Silencio absoluto… me logro despegar a la potranca de la pechuga y salgo en busca del potrillo salvaje. Ahí esta él cagaó hasta el cogote y rayando la pared. Mudo al salvaje y la mojoncita exige la otra pechuga. Voy corriendo le doy la pechuga que falta y la dejo en la cuna para que duerma.
No me doy cuenta y llega el semental, le tiro al salvaje y a la potranquita y yo voy al baño con toda tranquilidad, mientras el macho dominante (ja y ja) me suplica que me apure y yo de pura yegua que soy no lo pesco.
Por fin llega la hora que espero todo el santo día, la hora de dormir. Agarro al salvaje, el zampo el pijama, le meto la mamadera y lo tiro en su cama. Él me grita ¡¡¡ Mamaaaaaaáaá hay que “yesar”!!!! me devuelvo rezó con él y salgo de su pieza… y grita de nuevo que quiere darle “bezos” a la “mana” y yo inocente y feliz voy y le llevo el pescadito al gato y cuando le esta dando el beso de buenas noches va y la cachetea de nuevo y a esa hora que no me queda mucha sicologia lo gritoneó bien gritoneaó. Y agarro a mi potranquita moradita de tanto cacheteo que recibió y la acuesto. Por fin la casa en silencio… hasta que el semental quiere puras cochinás conmigo… obviamente lo mando a la cresta y me duermo como tabla hasta que uno de los mojones me llame.
Asi que les digo, que ser hot, tiene sus consecuencias… pero es guea que uno de los dos me muestre los dientes o las encias y yo caigo rendidas a sus pies.