Yegua Adolescente: El día que se comió a Boris, lean pa que cachen la ondita.

El día que me comí a Bruno, el bruto.

A este gueón me lo presentó una amiga, a simple vista: rico, simpático, bien caballerito y hablaba de corrío, como me gustan a mi. Parecía perfecto pero los años de servicio a la patria, me han enseñado que un güeón solo, algo raro debe tener; de inmediato me pregunté: ¿por qué chucha se le escapan las lolas? Ahí empezó “la misión”, descubrir “el defecto”.

El mino en cuestión me empezó a conquistar, me invitaba pallá y pacá. De a poco entré en esa etapa gueona en que una le pide a una amiga que la pellizque para comprobar que no es un sueño porque todo es demasiado bueno.

B: Te traje un regalo
V: (suspiro profundo) ¡Ahhhhh!

B: Me gustas mucho, quisiera estar contigo por siempre.
V: (suspiro profundo) ¡Ahhhhh!

En un rato pensé que este gueón era mi media naranja y decidí entregarle mi florsss, un poco usada, pero bueno, es lo que hay.

Un día, luego de pasar todo el día juntos de la mano, correteando a las gaviotas en la playa, nos sentamos en la arena abrazados a disfrutar de la puesta del sol. Contamos una a una las estrellas que aparecían y comiendo helados esperamos la noche.

B: ¿Vamos a mi departamento?
V: (Suspiro profundo) ¡Ahhhhh!, no, no, no, bueno ya.

Llegamos en su perfecto auto a su perfecto departamento, cuento corto se bajó los pantalones y también su herramienta era perfecta.

Ahí empezó el show, el gueón se transformó, enloqueció, de partida hizo puras gueas que me empelotan, me tiró el pelo, ¡mi sagrado pelo! Después bajó mi escote, claro, seguramente soy la única a la que la enchucha que un gil no piense que las poleras y sostenes quedan enteros de jetones después de ese acto apasionado, lo siento, me empelota esa guea.

V: (Puro hablando padentro) ¿te cuesta mucho sacar la polera por arriba y desabrochar el sostén chuchetumadre?

¡Mierda! Cuando me acuerdo casi no puedo continuar escribiendo, ¿me van a creer que el mino se creía caníbal? ¡¡¡El muy culiao me mordió una teta!!!!, o sea, seguro ustedes pensarán que le estoy poniendo color, estoy de acuerdo en lo rico que es una güena chupaita pero no como este gueón enfermo del chape, casi me saca la teta a tirones.

V: (Filosofando) Ahí está la guea, ya caché por que al lolo se le escapan las minas.

¡Chesumadre!, estoy segura que si no lo detengo a tiempo el mino habría sido capaz de sacarme el pezón y un cuarto de glándula mamaria, algo muy parecido a una mastectomía sin anestesia.

En ese momento recordé las palabras de mi abuela:

A: (20 años atrás) Hija querida, algún día conocerá a un bruto sadomasoquista, estos minos no sirven de nada, nacieron y morirán agueonaos, mi único consejo es la venganza in situ, muérdele los cocos hasta que le salgan lágrimas y después te virai por siempre.

Sufrí gueón, sufrí ese día, mientras el perla juraba que me estaba dejando loca. Traté de guiarlo pero jue imposible, cero delicadeza. Por la puta que me decepcionó el gueón salvaje, se fue a la chucha el amor, entiendo que se puede jugar de vez en cuando a la guea masoca, hasta amarrarse a la cama o disfrazarse, pero como un juego no mas poh. No como este culiao que me hizo mierda el poto a palmazos, la guinda de la torta fue cuando sentí que mi florsss se marchitaba con los mordiscos (guea que no perdono), no me quedó otra que la venganza, quería guerra, guerra le di.

Aplique conferencia de prensa y que se caiga el cielo si miento, lo mordí hasta que me dolieron los dientes y corrió la sangre, ¡lo hice recagar!