Yegua Furiosa: el porqué somos Yeguas.

Que me acuerde todo comenzó el verano del 2006, verano que gueviamos, chupamos, bailamos y lloramos más que la cresta. Hasta nos escapamos a Con Con un finde. Le decíamos yeguas a algunas agilás pero como en broma nomás. Hasta que un día dijimos: ¿Y por qué no hacimo un blog? Y así nacimos las Yeguas Blogeras.

Al principio contábamos las gueas que hacíamos y los carretes y teníamos entrevistas que hacía el Burro (personaje que nos acompaña hace tiempo y no hace poco como algunos creen) y algunos test, y teleserie y hasta una polémica hubo por las gueas que nosotras escribíamos.

Después vino la “entrevista” en lun. Esa guea si que jue loca, porque no lo esperábamos para nada. Igual nos reíamos de las entrevistas que les hacían a otros blogs entero fomes (como el muerto club de lulú) hasta que un día nos llama un periodista, nos sacan la pulenta foto (sale hasta el burro) y sin decirle nada a nadie nos llenamos de visitas.

Hasta ahora, que han pasado casi tres años y tenemos colusnistas invitadas, y un Príncipe. Y gracias al burro y su facebook, cada día nos visitan más y más y se ríen de las gueas que se nos ocurren y que muchas son la pura y santa veldá.

Ahora si yo tuviera que explicar la esencia de The Yeguas, porque por supoto que tenemos nuestras propias características, como también las colusnistas y el Príncipe, tengo que decir que primero nos carga el doble estándar tan típico y clásico del chileno y de las chilenas, onda que vai a una despedida de soltera y las lolas se vuelven locas con el vedetto y quieren puro comerle hasta el mojón y después las veis en la iglesia con cara de santas y una que dice una chuchaita de más te miran como si una fuera satanás con tetas. O como los agilaos que usan los anónimos de nuestro blog para ponernos puras gueas estúpidas en vez de decir quienes son y que les caemos mal o que nos encuentran guatonas, feas y ordinarias. O los que se espantan porque escribimos copicopi o el cuatro letras pero tienen la pulenta amante y la señora en la casa. O los que tienen el medio auto y comen puros fideos. Y suma y sigue.

Las de la foto: la Yegua Reina (mi hermana); después vengo yo y la Yegua Viciosa. Seguimos igual de amigas como antes, igual de Yeguas, guenas pal gueveo y contentas de hacerles los días en la pega más divertidos y que se caguen de la sarri con losotras.

Y la gueá no es tan en serio tampoco.