Lotra Colunista: Yegua Exiliada.

Muchanchos y trol models, algunos jueves (o todos) irá la otra colunista, una lola como usté o como nosotras, que un día se le paró la raja y se jue terrible de lejos: a Noruega.



Con ustedes, la Yegua Exiliada.




Desmitificando mitos



Por más que me cranié pensando sobre que escribir, la sinceridad ante todo, no se me ocurrió ni una wea que pudiera ser interesante. Lo primero que se me viene a la cabeza son comparaciones Chile-Noruega (mi país de exilio, de ahí mi nombre, pa los poco ascurrios), pero aparte de ser un tema más trillado que los curas pedófilos, ya hago todas las comparaciones en mi blog personal (si, si, estoy auspiciando gratis, es que ando tan necesitá de visitas) que usted puede pasar a leer si se interesa. Pero como todo tema tiene un lugar y en mi blog no puedo mostrar lo yegua que soy (por que me lee mi mamá y en una de esas me saca la chucha, o me deshereda, que es peor), aprovecharé la ocasión para desmitificar algunos mitos (la wea redundante!) que corren sobre los noruegos:



1.- Sí. Los rusios la tienen más chica. Y no me estoy refiriendo solo a los norweons (o noruegos, era?), sino que hablo por experiencia propia con rusios del terruño patrio también. Los rusios naturales, de ojitos claros y piel blanquita, por defecto de fábrica, nacen con el pirulín más pequeño que el moreno con mechas de clavo y ojos color caca. Y qué decir de los negros que le hacen la competencia penquista a Don Burro, esos le sacan la potencia elevada a diez y multiplicada por su raíz cuadrada al tamaño pirulístico de su órgano reproductor. Esto, está empíricamente comprobado por la que escribe. Eso sí, hay una excepción, mi marido (por si me lee en el futuro, cuando aprenda español).



2.- Sí. Los noruegos son personas frías. No te dan la mano, ni te saludan de beso, ni que hablar de darte un abrazo, pero a la primera que se les suba el copete a la cabeza lo primero que te preguntan es si queri encamarte con ellos (igual si me hubiera preguntado sin copete un noruego más o menos rico –cuando estaba soltera- no me habría hecho la difícil). A las noruegas, les aparece con el trago una enfermedad hereditaria llamada knærnespredte, una wea que se traduciría así como “rodillas separadas”, es decir, apenas sienten el sabor del copete en la boca se les abren las piernas automáticamente. Esta enfermedad ha pasado de generación en generación y he sabido de algunos casos de extranjeros que se han contagiado (yo, por ejemplo).



3.- Sí. Los noruegos son pornográficos. El primer regalo de mi, entonces novio, ahora marido, fue (chucha, no sé si contar una wea tan íntima, bueno filo, pa que vean que me hago de rogar) una caja que contenía un manual del kamasutra, un anillo para el pene con un estimulador clitoriano (el hombre se lo pone cuando lo tiene flácido y se supone que al erectársele y que le apriete, se siente rico. Se supone también que la pelotita de acero que estimula el clítoris debería provocar sensaciones ricas, pero a mi gusto personal, prefiero sin el armatoste ese, así a pelo no más, como se dice), varios paquetes de condones de distintas formas, sabores y colores (optimista el cabro, eso hay que reconocérselo), un aceite para masajes, dos pares de esposas (a medida que iba sacando las cosas de la caja crecían mis ganas de arrancar), una pluma (anda a saber pa que chucha era la pluma, supongo que para estimular las zonas erógenas), un babydol de encaje transparente talla M, o sea mínima y un dildo como de 50 centímetros doble (yo pensé chucha, este weon o es a)eunuco y no me quiso contar, o es b)psicópata sexual. Por suerte era c)ninguna de las anteriores). La caja la guardé. Algunas cosas las usamos, pa que voy a andar con cartuchismos, otras quedaron ahí, llenándose de polvo. Tiempo después hablé con una argentina (de quien no revelaré el nombre porque hocicona no soy) que tiene novio noruego y que se casa pronto con él. Resulta que a ella también le había llegado una caja más o menos parecida. Será que los noruegos van como a un curso: “como conquistar latinas en un solo paso” y ahí les darán “el truco” de la caja erótica? No sé. Si un chileno me hubiera dado una caja así, mmm, no creo, los chilenos son demasiado ñoños, ni siquiera me puedo imaginar la situación.



4.- Sí. Los noruegos son secos pal mañaña-mañaña. Los norueguitos y norueguitas se inician temprano sexualmente, aunque no cacho donde y como lo harán, porque uno que andaba, cuando cabra, dándose besos y corriéndose mano en las plazas, las esquinas y debajo de los postes después de haberles tirado un piedrazo en la base para cortarles la luz, en Noruega, como es más helado, los noruegos no andan haciendo las mismas weas. Quedarían congelados si trataran de correrse mano en una plaza pública. En promedio, la primera cacha se la pegan alrededor de los 14 o 15 años, raja de curaos (échenle la culpa a la enfermedad genética esa de la que les hablé) y en un carrete. La sociedad se hace la weona respecto a esto. Los cabros tienen acceso a condones gratis, anticonceptivos gratis, pastillas del día después gratis y abortos gratis. No se habla del sexo por amor ni weas así romanticonas ni que te guardes pal matrimonio. Con fácil acceso a anti-guaguas los cabros empiezan tempranito a darle a la matraca. No todos, por supuesto, pero CASI todos (los feos obligados a darle a la Manuela no más y a trabajar para juntar plata, comprarle copete a una mina, emborracharla y que se le dé la mano –no la manuela-). Las parejas en general duran poco y hay harta infidelidad, one nights stand (o sea, sexo hoy día por la noche, mañana no me acuerdo de ti y si me da la wea, te acuso de que me violaste) y divorcios al por mayor.



Y esa sería mi desmitificación (aunque con tantos síes parece que pasó desapercibida).



Los vemos en una próxima edición.



La yegua exiliada.