Nueva primera columnista: "El día que me comí a un..."

Hermostras lectoras y califas unidos, estamos terriblemente de orgullosas de presentarles a nuestra primera columnista, que irá cada lunes para el deleite de nuestros lestores.

Con ustedes: La Yegua Adolescente.

“No sirve de nada comerse a un mino, si no hay amigas con quien comentarlo.”

Una vez una amiga me dijo que no me casara hasta no haberme comido a un pelao, un peluo, un enano, un viejo, un pokemon, un profe, un chino, un estúpido, un negro, un gordo, un cura y un futbolista. Sabio consejo, por la chucha que la he pasado bien.

Como soy boca de tarro he decidido aprovechar la invitación de las yeguas y contar acá algunas historias.

Chuquillos y hermostras le presento mi sección: “El día que me comí a…”

“El día que me comí a Elías, el estúpido.”

Hay muchas cosas que me producen placer en la vida, y entre las top ten está comerse a un nerd, gil o estúpido, como quieran llamarlo. Pero de esos verdaderos, un gil con vocación de ello, un perno de corazón, de esos que no los pesca nadie.

Este acto tiene mucha relación con mis principios y valores, desde chiquitita me enseñaron a ser generosa con los desamparados.

Es re fácil y bonito. Basta ir a un bar, pub o discoteque, da igual, lo único importante es que sea en un lugar donde nadie te conozca, por sobre todas las cosas siempre hay que cuidar la imagen.
El día que sentí el impulso, estaba tranquilamente sentada con una amiga en la barra de un bar, saqué un cigarro y cuatro minos fáciles y cancheros se ofrecieron a encenderlo, sin pescarlos mucho empezamos a conversar pero me tenía intranquila un lolo que se paseaba una y mil veces sin que nadie lo pescara. En ese momento me pregunté a mi misma: misma, ¿Por qué no hacis tu buena acción del día con ese pobre infeliz?.

Me zafé del resto y caminé directamente hacia él.

V: ¿Bailemos? (aprovecha lolito, esta es "la" oportunidad que tendrás en la vida)
E: (meándose) bu bu bue bue bueno.
El mino quedó enfermo, jamás en su perra vida se habría imaginado que una mina tan rica como yo lo iba a pescar.
Estos gueones son generosos, así que hay que aprovechar no mas:
E: ¿Quieres tomar algo?
V: Un ron (cualquier gueá que te haga ver mas rico)

Seguimos bailando, bueno, él bailaba porque yo sólo movía la pata intranquila y luchaba con mi Bonvalet interior que sólo quería gritarle, avíspate agueonao. En vista y considerando que el lolito tímido no atinó a nada, tomé las riendas.

V: Me molesta el humo, me quiero ir.
E: ¿Te acompaño a la puerta.?
V: ejem... no traje llaves...tendría que sentarme a esperar... es difícil.
E: Podemos ir a mi casa si quieres.
V: ¿Con quien vives?
E: Con mis papás, hermanos y abuelos.
V: cueck

Por alguna extraña razón estos gueones nunca viven solos, al ver mi cara de decepción, tartamudeando me invitó a un motel, tonces una pone cara de sorprendida, cara de miss Chile.
V: ¿perdón? ¿Dijiste motel? Ehhhh... no sé... quién sabe... puede ser... bueno ya.

Mi siguiente paso es convencerlo de que me invite a algo mejor que un motel, si ya le estai haciendo el favor, por lo menos que se raje con un hotel decente. Acepta, y acá viene la mejor parte donde una se esfuerza para que el lolo quede feliz, el gueón todavía no lo puede creer. A su favor debo reconocer que él no lo hizo tan mal, tenía su talento bien oculto, mish.

Después de uno rato de acción empezó con algunas preguntas que me recordaron las sabias palabras de mi abuela.

A: (hace 20 años) hija querida, algún día conocerá a un estúpido, estos tipos sirven para tirar una sola vez, nunca le des tu nombre real porque desde el momento que le des un beso estos gueones se enamoran hasta las patas, ni dirección ni teléfono, o son capaces de llegar con mariachis a tu casa.

E: ¿Nos podríamos volver a ver?
V: Obvio (pa que le voy a matar la ilusión en ese momento)
E: ¿Quieres ir al cine mañana?
V: Me encantaría (me encantaría que te fuerai a la chucha ahora mismo)
E: Me gustas, eres muy linda, no me quiero separar nunca de ti.
¿Como se le explica a un gueón así que no habrá una segunda vez? Loco, sorry, chao, terminó, eso fue todo.
V: Tengo un poco de sueño
E: Yo también mi amor, durmamos un poco.

Cuando dijo "mi amor" supe que era el momento de escapar, me aseguré de que se quedara dormido, agarré mis cosas y salí en silencio de la habitación. Me vestí en la escalera y salí del hotel.

Taxi!!!